RELATOS: Las cosas hechas con amor son las más bonitas

 

¡Buenos díasss! ¡Pero qué bonitas estáis hoy!

 

Menta como has crecido, por Dios, luego te cogeré un ramito para la limonada.  

Ay, mi geranio bonito, ven que te quito esas hojitas secas, verás, vas a quedar estupendo.  

Cintita te están saliendo hijitos, madre mía, qué ilusión, podré trasplantarlos en otras macetitas. 

Tomad, agüica para mis niñas, veréis que fresquitas vais a estar todas. 

Venga, que pronto saldrá el sol y me vendré con vosotras a leer un rato y os haré compañía. Ahora me espera Carlos, hasta luego preciosas. 

Carlos, hora de levantarse, ya es de día y hace muy buen tiempo. 

Hola... si ya estas despierto... 

Tu mirada está perdida en pensamientos rotos. Tus ojos lo dicen todo y no dicen nada. Tu mente adulta está atrapada en sueños infantiles. Me sonríes, pero no me reconoces... 

Te miro y pienso que la semana que viene haremos nuestro cincuenta aniversario, bodas de oro. Cincuenta años de momentos de felicidad y de momentos de sufrimiento, pero en los que siempre hemos ido a una, queriéndonos y luchando por nuestras metas... 

Paso la esponja por tu espalda, por tu cuello, por tu pecho, que tantas veces toqué, besé y acaricié. Ese cuerpo que me hizo vibrar como mujer tantas veces, estremecerme y llorar de placer... Ahora te lavo con delicadeza, suavidad, con el cariño más grande a mi persona más amada... 

Nos cogemos de las manos, me aprietas con tus dedos, como queriéndome decir algo que me llega al corazón, noto tu calor, tu vida... 

Ya no me puedes decir cosas bonitas al oído, pero cada noche te las digo yo a ti, que descanses amor, te quiero...